Bismarck, artífice de la unificación alemana, fue un hombre:
- De carácter fuertemente conservador
- Monárquico
- Antiparlamentario, claramente contrario a la superioridad del Parlamento sobre la Corona
- Antisocialista.
- Nacionalista prusiano
- Militarista
- Partidario del uso de la fuerza para solucionar conflictos
- Muy calculador, siempre buscando anticiparse al devenir de los acontecimientos
- De gran pragmatismo y utilitarismo en la política exterior
Esta pequeña colección de textos de Bismarck pueden ayudarnos a entender algunos rasgos de su ideología.
“La
política en sí no es una ciencia exacta ni lógica, sino la capacidad de
elegir en cada momento fugaz de la situación aquello que es menos dañino
o más oportuno”.
"Por
lo que respecta a la política interior de mi país, soy, por convicción y
por pragmatismo, amén de por costumbre, tan conservador como me permite
mi monarca y dueño y señor, y sería capaz de ir hasta la Vendée incluso
por un rey con cuya política estuviese en desacuerdo; pero sólo por mi
rey. Sin embargo, en lo concerniente a las relaciones con los demás
países, yo no reconozco compromiso alguno basado en los principios; yo
contemplo su política únicamente a la luz de la utilidad que tiene para
mi país"
"En
cuanto se adoptan los ministerios de partidos, se agudizan los
antagonismos. Sólo el rey y lo que emana de su personalidad y de su
concepción política permanecen neutrales. Y, según mi sentir, esta
postura (sujeción de los distintos partidos y supremacía de la Corona)
debe prevalecer en el gobierno de Prusia".
Pero
las pasiones populares, la ambición de los jefes de partido y la opinión
pública mal dirigida, son los elementos que pueden hacer variar la
voluntad de los gobernantes. Si en esta tensión política hay un Estado
capaz de trabajar por mantener la paz, este es Alemania … pues desde la
constitución del Imperio no quiere atacar a ninguno de sus vecinos, al
menos que se vea obligado a ello …
Pero señores, para cumplir esta difícil misión es necesario que Alemania sea poderosa y esté armada como en tiempo de guerra.
“Las
fronteras que el Congreso de Viena dio a Prusia no son buenas. Este no
es un tema ni para hacer discursos ni para buscar el voto de la mayoría;
las grandes cuestiones de nuestro tiempo (este fue el error de 1848 y
1849) se resolverán por el hierro y por la sangre” (1862).
“Pronto
me veré obligado a tomar la dirección del gobierno de Prusia. Mi primera
preocupación será organizar el ejército. Tan pronto como ele ejército sea
situado en condiciones de inpirar respeto, aprovecharé sin vacilar el primer y
mejor pretexto para declarar la guerra a Austria, disolver la Dieta alemana,
sojuzgar a los estados menores y dar la unidad nacional a Alemania bajo el liderazgo de Prusia”.
"Pero
las pasiones populares, la ambición de los jefes de partido y la
opinión pública mal dirigida, son los elementos que pueden hacer variar
la voluntad de los gobernantes. Si en esta tensión política hay un
Estado capaz de trabajar por mantener la paz, este es Alemania … pues
desde la constitución del Imperio no quiere atacar a ninguno de sus
vecinos, al menos que se vea obligado a ello … Pero señores, para
cumplir esta difícil misión es necesario que Alemania sea poderosa y
esté armada como en tiempo de guerra".
“Debemos
atenuar el descontento provocado por el hecho de que nos hemos
convertido en una gran potencia, haciendo sentir al mundo el peso de
estas fuerzas, lealmente y con un espíritu pacífico bien entendido.
Debemos convencerle de esta forma de que una hegemonía alemana en Europa
es más útil, más desinteresada y menos perjudicial para la libertad
ajena que una hegemonía francesa, rusa o inglesa. El respeto a los
derechos inherentes a otros países, que Francia en especial no admitió
durante el tiempo de su preponderancia y que Inglaterra sólo reconoce
según sus intereses, será más fácilmente observado por Alemania por dos
razones: por un lado, a causa del carácter alemán, esencialmente
objetivo; por otro lado, y ello sin mérito alguno de nuestra parte,
porque no tenemos ninguna necesidad perentoria de ampliar nuestro
territorio. (...) La política alemana (...) sólo tiene un deseo:
mostrarse justa y pacífica.” Tomado de ...
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